La Vida Cristiana
Cómo conocer la voluntad de Dios. Lección 13 de 24
Había un niño, a quien el papá lo sacaba de vez en cuando los domingos por la tarde, para dar un paseo en el automóvil. Como no tenían rumbo fijo, escogían el camino al azar. En la vida el cristiano se halla a veces ante dos caminos, ¿por cuál coger? No puede escoger al azar, porque su deseo es agradar a Dios. Para decidir, el cristiano debe tener en cuenta los puntos siguientes:
1. Las Sagradas Escrituras. Este es el punto más importante. Dios dice que la Biblia sirve para que el varón de Dios sea enteramente preparado para toda buena obra (2 Timoteo 2:15-17) y véase Salmos 119:105. Pero, la Biblia fue escrita hace más o menos 2000 años. ¿Cómo va a resolver mi caso sobre cuál trabajo escoger o dónde vivir, etc.? La verdad es que sobre estos detalles la Biblia no habla directamente, pero, sí, dice algo.
La Biblia nos da ciertos principios generales que sirven para juzgar todas las cosas. La tarea del cristiano es la de descubrirlos y tenerlos en mente cuando toma decisiones. Si cierta conducta va en contra de uno de estos principios, uno debe desechar esa conducta. Toda la enseñanza bíblica nos llena de sabiduría divina. Con ella podemos mirar las cosas con prudencia e inteligencia (Josué 1:8-9 y Salmos 1).
2. La oración. La Biblia está llena de oraciones pidiendo dirección y sabiduría. Dios nos oye cuando le encomendamos nuestro camino. En la humildad ante Él, Dios nos hace entender (Proverbios 3:5-6; Santiago 1:5; Salmos 25:4; 25:8-10,12-13.)
3. Los consejos y los consejeros. No estamos solos en el mundo. Dios quiere que le pidamos consejo a personas temerosas de Dios y conocedoras de la Biblia. En la multitud de consejeros hay seguridad (Proverbios 11:14; 15:22). Precisamente con este fin, Dios puso a los maestros en la iglesia (Efesios 4:11-12).
4. Los deseos de uno mismo. Si el corazón del cristiano es recto ante Dios, va a querer cosas buenas. A veces Dios pone estos deseos en nosotros para guiarnos (Salmos 37:4).
5. Las circunstancias de la vida. Lo que sucede alrededor de nosotros puede servir para enseñarnos la voluntad de Dios. Es así porque Dios es el que mueve todas las cosas. Él hace que todas las cosas nos ayuden para nuestro bien (Romanos 8:28). Debemos evaluar todo lo que hay en el momento en la vida, y ver si algo nos empuja hacia un lado u otro. Por ejemplo, es difícil creer que Dios quiere que yo sea predicador del evangelio si no tengo el don de hablar en público.
Por lo regular, si prestamos atención a estos cinco puntos, podremos saber lo que Dios quiere. Hay que estar atentos, es decir, hay que pensar las cosas, investigarlas, y estudiarlas. Dios nos dirige con inteligencia y no solo por impulsos y sentimientos. Debemos tener razones para hacer las cosas que hacemos y no hacerlas sólo por impresiones del momento.
Preguntas de repaso:
1. ¿Por qué el cristiano se preocupa por conocer la voluntad de Dios?
2. ¿Cuáles son las cinco cosas que el cristiano debe mirar para poder conocer la voluntad de Dios?
3. ¿Cuál de estas cinco cosas es la más importante? ¿Por qué?
4. ¿Por qué es necesario pensar las cosas antes de hacerlas?
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