La Vida Cristiana
En el hogar. Lección 22 de 24
Sin duda, el hogar puede ser una de las bendiciones más grandes de Dios para el cristiano. A la vez puede ser una prueba difícil para su fe. Si otros miembros de la familia no son creyentes, ellos van a presionar para que el creyente no sea fiel a Dios. Pero, aun si todos son creyentes, va a haber dificultades. Es así porque pese al amor que se tengan, el contacto constante de las personas en el hogar da más ocasión para el choque. Este contacto constante hace más difícil ocultar las debilidades y defectos de cada cual. Por tanto, el cristiano en el hogar tiene que andar con especial cuidado. A continuación, damos algunas sugerencias para ayudar a llevar una vida para la gloria de Dios en el hogar:
1. Manténgase estrictamente en comunión con Dios. Es decir, aliméntese mucho con la Palabra de Dios. Hay que estar en oración ante Dios. Solamente así podrá andar en el Espíritu de Cristo y solamente en el Espíritu de Cristo podrá vivir con éxito en el hogar (Gálatas 5:16-26).
2. Cumpla cuidadosamente con todos sus deberes en el hogar. Véase Efesios 5:21-6:4. Luego, haga más allá del deber. Busque servir y no ser servido. Sacrifíquese por los demás (Marcos 10:43-45).
3. Pase por alto los defectos y debilidades de los demás. Si uno busca ayudar a la otra persona a cambiar y a dejar lo que no le sirve, debe hacerlo con humildad y jamás esperando la perfección. Perdone a los demás sus ofensas (Gálatas 6:1-2; Mateo 6:14-15; 1 Tesalonicenses 5:14-15).
4. Si tiene un disgusto, arréglelo lo más pronto posible. No deje pasar el tiempo; no espere a que el problema se arregle solo; humíllese para reconocer su culpa. Por más que la otra persona haya pecado, nosotros probablemente tenemos parte de la culpa. No espere a que la otra persona tome el primer paso. Hágalo usted.
5. Comuníquese con los demás miembros de la familia. Solo si se hablan podrán entenderse. Que los demás sepan lo que usted está haciendo, cuáles son sus gustos y sus planes. No pueden entenderse si no se conocen y es difícil conocerse si no se hablan. Tampoco pueden ayudarse si no saben cuáles son los problemas y dificultades que están pasando.
6. Busque la unión de la familia. No piense solamente en lo suyo, sino viva teniendo en cuenta a los demás. Desarrolle actividades en familia (Romanos 14:19).
En fin, para vivir bien en familia, el cristiano tiene que vivir en toda la ley de Dios. El fruto del Espíritu tiene que mostrarse. Si el cristiano logra vivir con paz y edificación en el hogar, probablemente podrá vivir bien en otras relaciones también, como en la iglesia.
El hogar es tan importante porque es el lugar ordenado por Dios para cumplir con tantos fines. El hogar es para la preparación de los hijos en el camino de la rectitud. Es para la felicidad y el bienestar de cada miembro. Recibimos en el hogar lo que no podemos recibir en otra parte. Por tanto, todo depende del éxito en el hogar. ¡Cuánto debemos esforzarnos en hacer todo lo que esté en nuestras manos para que el hogar funcione bien!
Preguntas de repaso:
1. Dé unos seis consejos para la buena marcha del hogar.
2. ¿Por qué es tan importante que el hogar funcione bien?
3. ¿Por qué en Cristo podemos tener éxito en el hogar?
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