La Vida Cristiana
Sus enemigos. Lección 10 de 24
La vida cristiana es muy hermosa, pero no es fácil, porque el cristiano tiene muchos enemigos y éstos buscan impedirle que siga a Cristo. Estos enemigos son el diablo, el mundo, y el pecado que está en uno, a este se lo conoce como “la carne”.
El primer enemigo: el diablo
Hablemos primero del diablo. Es el adversario del cristiano (1 Pedro 5:8). Quiere llevar al cristiano a pecar contra Dios y contra sí mismo. Es un ser vivo, pero invisible, quien pone ante el cristiano toda clase de tentaciones; insinúa cosas malas en la mente del creyente y tiene a muchos espíritus malos que le colaboran con artimañas y ardides para engañar al cristiano (2 Corintios 2:11 y Efesios 6:11). Es mentiroso y llama malo a lo bueno y bueno a lo malo. Es muy astuto y poderoso. El cristiano por sí solo no puede vencerlo, para esto tiene que permanecer en comunión con Cristo y conocer la Palabra de Cristo. Solamente en Cristo, el cristiano puede vencer al diablo (Hebreos 2:14).
El segundo enemigo: el mundo
El segundo enemigo del cristiano es el mundo. Según la Biblia, “mundo” se refiere a cualquier manera de pensar que sea contraria al Espíritu de Cristo. Aquí incluimos religiones, filosofías, y las ideologías falsas. Incluso está el modo materialista según el cual piensa y vive el hombre egoísta, el no cristiano. El espíritu mundano se ve cuando vivimos a nuestro gusto, sin preocuparnos por Dios. El cristiano encuentra este espíritu en su naturaleza y tiene que luchar en contra de él; tiene que mantener todos los pensamientos sujetos a Cristo. 1 Juan 2:15-16 explica lo que es el mundo. Nótese que las cosas materiales no son malas en sí mismas, sino que se vuelven malas cuando las usamos mal, o cuando las deseamos en contra de la voluntad de Dios.
Pero, el mundo no sólo está dentro del hombre, sino que también lo rodea. El espíritu mundano lleva a los demás hombres a inventar mentiras. Buscan engañarnos con ellas y llevarnos a creer y a practicar cosas en contra de la ley de Dios y del evangelio. Muchas veces el mundo persigue al cristiano, para obligarlo a dejar el camino de Dios. Hay que estar alerta para no creer la mentira y para no ceder ante la persecución.
El tercer enemigo: la carne
El tercer enemigo es la carne. Relacionada con el cuerpo, pero no hablamos del cuerpo como si este fuera malo. Dios hizo tanto el alma como el cuerpo y ambos en el principio eran buenos. Pero, cuando el pecado entró, se valió del cuerpo para actuar. “La carne” es el pecado que está en nosotros, que actúa mediante el cuerpo para desobedecer la ley de Dios. Nos toca recordar cuando Dios nos salvó, que nos hizo personas nuevas. Sin embargo, dejó en nosotros los restos del pecado (véase otra vez la lección número uno). No sabemos por qué lo hizo así, pero así es. Por lo tanto, nos toca hacer un esfuerzo para seguir con los principios nuevos (que están en nosotros), y no con los principios viejos (que nos gobernaban). Tenemos que hacer morir todo lo de la carne. Colosenses, el capítulo tres, nos hace ver lo que debemos desechar. Favor leerlo.
Preguntas de repaso:
1. ¿Cuáles son los tres enemigos con los cuales tenemos que luchar?
2. ¿Por qué el cristiano necesita de la ayuda de Cristo para vencer al diablo?
3. ¿Qué cosa es el mundo? ¿Cuáles son las dos maneras para hacernos caer?
4. ¿En cuáles dos lugares hallamos el mundo?
5. ¿Qué cosa es la carne? ¿Por qué dejó Dios en nosotros la carne cuando nos salvó?
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