“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” Filipenses 1:6 (Foto: Amodiovalerio Verde/Flickr)
Si de algo puede estar seguro el que ha sido lavado con la sangre del Cordero, es que en este año, el Alfarero celestial le va a continuar dando la forma para hacerlo cada vez más parecido a Jesucristo. Como Artesano detallista, le continuará pasando su cuchillo y su lija, quitando lo que no sirve. Como orfebre, continuará colocando su fuego para eliminar la escoria, y hará uso de su perfecta habilidad como Joyero, para hacer de su pueblo delicadas y preciosas alhajas.
Sí, aunque caigan muchas lágrimas y tengamos que enfrentar terribles batallas, nada de ello será para hacernos daño, apenas es la continuación de su divina obra, para que al final digamos con Pablo, sea este año o los siguientes: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, Juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.” (2 Timoteo 4:7-8).
Entonces, con toda certeza puedo desearle al pueblo de Dios, sabiendo que esto será una realidad, ¡Feliz año mis muy amados hermanos! Que el Señor como evidencia de su obra en nosotros, en este año, nos use grandemente para su honra y para su gloria.