La Vida Cristiana
Su desarrollo por medio de la oración. Lección 7 de 24
La oración nos hace crecer
El cristiano no crece sin la oración; sin ella, Dios no nos da Su bendición; sin ella, el cristiano está sin los recursos de Dios. Dios ordena en la Biblia que pidamos si queremos tener. De esta manera, el cristiano aprende que todo depende de Dios y el cristiano deja de confiar en sí mismo. En este contacto con el Dios vivo, crecemos.
Nuestro ejemplo de oración: el “Padre Nuestro”
En una ocasión, los discípulos de Cristo le pidieron que les enseñara a orar. En respuesta, Cristo les enseñó la oración que encontramos en Mateo 6:9-13. Esta oración modelo nos enseña que debemos dirigir nuestras oraciones solamente a nuestro Padre Celestial. Claro, reconocemos que, para llegar ante Su presencia, nos toca llegar mediante Cristo, el Salvador, quien nos limpia de nuestro pecado.
Debemos pedir según la voluntad de Dios (1 Juan 5:14-15). Él no nos va a dar lo que va en contra de Su reino. ¿Cómo pedir, entonces? En el “Padre Nuestro”, Cristo nos enseña cómo orar. Léalo en Mateo 6. Después, note que debemos pedir por dos clases de cosas:
1. En primer lugar debemos pedir por lo que tiene que ver con la gloria de Dios (Mateo 6:9-10). No pensar primero en Dios y en Su gloria es una forma de idolatría. Aquí pedimos porque Dios sea conocido, respetado y servido; pedimos para que Él gobierne en todo. Rogamos porque el pecado, el diablo y sus ayudantes sean derrotados. Suplicamos porque muchísimas personas se sometan a Dios en todo el mundo. Queremos que todas las cosas sean restauradas, como eran cuando Dios las creó.
2. En segundo lugar debemos pedir por lo que tiene que ver con nosotros mismos (Mateo 6:11-13). Dios permite y quiere que tengamos lo necesario, tanto en lo material como en lo espiritual; al pedirle por todo lo que nos hace falta, vamos confesando que todo viene de Él. Así nos libramos de confiar en nuestros propios esfuerzos o posesiones. Pidamos no solamente por lo material; aún más, pidamos por lo espiritual. Nos toca tener el perdón de Dios; nos toca pedir porque Dios nos guarde de la tentación. Si no, seremos llevados continuamente al pecado y a sus consecuencias. Solamente Dios nos puede ayudar a escoger lo bueno y desechar lo malo. Nos toca pedir Su ayuda.
Dios nos manda a orar sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17); nos manda a orar en todo tiempo (Efesios 6:18). El cristiano aparta tiempo todos los días para orar.
En la oración pedimos por la gloria de Dios y por nuestro bien. En el mismo momento de estar pidiendo, damos gracias también. Con darle gracias al Señor, vamos reconociendo que de Él tenemos la respuesta a nuestra oración. Sentimos a la vez el deseo de alabarle. Por esto, el “Padre Nuestro” termina con palabras de alabanzas (Mateo 6:13).
Preguntas de repaso:
1. ¿Qué es lo que mostramos cuando pedimos a Dios?
2. ¿Cuál es el modelo que Cristo dio para guiarnos en la oración?
3. ¿Por cuáles dos clases de cosas debemos pedir según el “Padre Nuestro”?
4. ¿Por cuáles cosas pedimos cuando pedimos por la gloria de Dios?
5. ¿Cuándo debemos orar?
6. ¿Qué cosas presentamos en la oración además de nuestras peticiones?
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