Jesús, esperanza de salvación
Pastor Augusto Ramírez, 29 de marzo de 2015
Resulta enriquecedor observar en detalle el orden en el cual el apóstol Pablo escribió el versículo 15 del pasaje central. Primero que todo, no es muy común leer Cristo Jesús, en lugar de Jesucristo, por su puesto, esto tiene un significado para el apóstol, el cual se analizará. Al igual que cada detalle en el versículo.
Cuando se nos dice que Cristo vino al mundo implica que no fue creado en el momento de la encarnación, se relaciona con la eternidad del Señor. Además dice que vino al mundo, esto como una representación de la humanidad caída, la cual requiere de un salvador como única opción para ser librados del pecado.
Si se sigue el pasaje, se llega a una afirmación que en principio parece curiosa, ¿por qué Pablo afirma que él es el primero de los pecadores? ¿Acaso debemos decir también que cada uno de nosotros somos los primeros pecadores? Por supuesto que lo somos, el llamado hoy es a acudir al Señor Jesucristo, el único que puede librarnos de la condenación.
Pasaje central: 1 Timoteo 1:12-17 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
12 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, 13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. 14 Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. 15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 16 Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. 17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.