Pastor Joel Zartman, 27 de noviembre de 2011
Las deberes de los pastores y diáconos, son muy parecidos, la gran diferencia es que el pastor debe ser apto para enseñar, sin embargo, ambos deben ser irreprensibles. Dios no da esta cualidad en una forma absoluta, ya que todo ser humano tiene algo en que es reprensible, porque no es perfecto, por tal razón este no es un oficio inalcanzable. Dios quiere que miembros de la congregación ocupen este oficio.