Dos carteras de inversión, dos visiones, dos amos
Pastor Augusto Ramírez, 21 de febrero de 2016
Se comienza haciendo un recuento de lo que se lleva del sermón del monte. La sección que comienza ahora concierne a la vida cristiana. El Señor habla del carácter que debemos tener. Debemos ser diferentes, no pensando en las cosas de este mundo. Si somos de Cristo, nuestra ciudadanía está ahora en los cielos.
Las dos carteras de inversión, en el título del sermón, hacen referencia a las dos opciones que tenemos, invertir en el reino de los cielos, para vida eterna, o en este mundo. Cuando el Señor Jesucristo se refiere a la visión, hace una metáfora, hablando otra vez de las dos opciones que tenemos. Si el ojo no funciona, hay confusión.
Los dos amos hacen referencia a servir a Dios o a las riquezas, y solo se puede tener un señor. Es decir, se repiten las mismas dos ideas anteriores. En nuestro corazón solo hay espacio para un trono. Así, revisemos dónde está nuestra satisfacción. Debería estar en Jesucristo, con quien ganamos todo.
Pasaje central: Mateo 6:19-24 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; 23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.