4. Bombo

4. Bombo 

Por no tener cuerpo, imagínense que Dios puede ser omnipresente. Saben qué es eso, ¿verdad? ¿No?... bueno, entonces, vengan y les cuento. Es aquí así...

 

 

Ángela estaba confundidísima: cómo les parece que al levantarse por la mañana había tendido su cama y acomodado encima de la almohada un oso de peluche que tenía y que se llamaba Bombo. Hasta ahí todo iba bien. Luego de tender la cama, bajó a desayunar, y se quedó muda de la sorpresa. ¿Qué hacía Bombo sentado a la mesa del comedor? ¡Imposible! ¿Acaso no estaba arriba en la almohada?

 

Bombo

 

Subió corriendo a ver, y... sí, allí estaba Bombo. Bajó a toda carrera y... ¡no! Allí también estaba Bombo. No era otro oso parecido; era el mismo. ¡Qué cosa tan extraña! Pero no pudo seguir corriendo para arriba y para abajo porque se le enfriaba el desayuno. Ángela comió y salió para la escuela.

 

Bombo

 

No me lo van a creer pero... ese Bombo estaba también en el salón de clase, y en el patio de recreo... y en la tienda de la esquina, y ¡mejor dicho! La pobre Ángela ya no sabía ni qué hacer, porque el tal Bombo aparecía en todas partes.

Ángela viajó al Perú y lo encontró allá. Se fue a conocer la China y allí lo vio. Se metió de astronauta para escaparse de Bombo, pero cuando llegó a la luna, allí estaba él tranquilamente montando en bicicleta. Se inscribió en la marina donde la llevaron un día en submarino a explorar el fondo del mar. Mejor ni les digo, pues ustedes ya se imaginarán quién estaba allá nadando en el agua. Ángela no se podía escapar de él.

 

Bombo

 

¿Cómo haría Bombo para estar en todas partes a la vez? Ángela nunca pudo saberlo, ni yo tampoco; pero como es sólo un cuento, no importa. Lo que sí importa es lo que el cuento nos muestra de Dios. ¿Se acuerdan que les dije que Dios era omnipresente? Bueno, lo que quiere decir "omnipresente" es que Dios está en todas partes. Sí señor. Dios está en todas partes, y no es que vaya de viaje visitando primero acá y después allá. No. Él está en todas partes a la vez. Nosotros solo podemos estar donde estén nuestros cuerpos, pero fíjense que Dios no tiene cuerpo. Por eso, a las 8:00 a.m. él puede estar en la casa de Iván, y en la casa de Camilo, y en la tuya también.

Dios es un espíritu omnipresente y es el único que es así. No hay nadie más que pueda estar en todas partes como Él. En el cuento, Bombo estaba en todas partes y Ángela lo veía; Dios también está en todas partes, pero a él no lo vemos.

 

Bombo

 


 

 

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