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3. Sola fe

SolaFe Cassidy Lancaster/Flickr

Creemos en la Sola Fe

Esto sigue del punto anterior, pues si nadie es capaz de salvarse a sí mismo, es obvio que nadie puede hacer nada que merezca la salvación de Dios. El pecador no puede sino recibir de Dios lo que Él da gratuitamente y según su soberana voluntad.

Dios nos manda creer en Cristo Jesús, y por medio de esta fe, Dios nos sella el perdón. El perdón no es por lo que uno hace; no es por algún mérito en uno; no es por una decisión tomada, sino por razón de la obra y los méritos de Jesucristo. Jesucristo, sí, en la cruz, al morir, pagó perfectamente en lugar de su pueblo elegido todo lo que ellos debían.

Ahora, al creer en Él y en su obra en la cruz, los méritos, la justicia, y la redención de Cristo son acreditados a la cuenta del creyente. No es por causa de la fe, sino por medio de la fe, que uno recibe el don de la justicia de Cristo, y con este don, se encuentra absuelto de su culpa ante Dios. Aun el hecho de querer y de poder creer se debe a la obra previa de Dios; la fe es don de Dios. ¡La salvación es de Dios desde el puro comienzo!